Por fin el frío abandonó nuestro hemisferio y este cambio de estación también hace variar nuestro guardarropa, cuellos altos bajan varios centímetros, lanas y parkas hacen trueque con gasas, las camisetas de panties le seden su lugar a las de algodón, botas le dan paso a zapatillas y pronto incluiré faldas y vestidos que hagan juego con las sandalias de temporada.
Los días más largos -gracias al cambio de hora- nos entregan temperaturas merecedoras de salidas familiares. Después de un invierno claustrofóbico lleno de aprendizajes, logramos hacer uso de lugares dejados en pausa y que ahora nos saludan colmados de sorpresas, calles coloridas nos incorporan en su geografía primaveral adelantándonos a un clima más bien veraniego, un rapido avance ad hoc a nuestros inicios y presente.
2 comentarios:
y que conque si la gaviota no hace verano..aunque sea una (como la que veo pasar por mi ventana)nos deja tras cada aleteo un manto de esperanzas nuevas, un cumulo de aspiraciones que el sol permanente nos permite holgazanear en la mente..en fin el verano es descanso para algunos en una playa ..vacaciones..yo trabajo mas en esta época ..pero en fin..chao a la parka, a la bufanda .hola polera, hola cervesita helada ..esooo
y pensar que hay a quienes prefieren el invierno, estan locos; y perderse la temporada de "vitrinas" por las calles?, dadivosas niñas enseñando divertidas turgencias; una cervecita a media tarde bajo un àrbol, un carretito de manga corta en un patio a las 4 de la mañana, que mas comodo. Asì que importa el techo no?.
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