Este nuevo año ha comenzado sin tanto balance ni cuestionamientos como antes, no hay mucho que decir sobre cada situación intensa e inesperada del 2009, sólo con que hayan sucedido basta y sobra.
Le doy crédito a los simbolismos y rituales de principio de década que han logrado que por primera vez deje cada cosa en su propio año, lo que me ha permitido -sin premeditación- comenzar con otro aire, sin que los sentimientos del 2009 afecten en el que ha empezado de una manera bastante especial, armónica, con mucho amor, arrumacos, abrazos, besos, caricias, risas, apegos, miradas que se habían apagado un poco con tanta circunstancia imprevista.
Lo intenso ha rotado en su lado más positivo y eso lo vivimos a cada momento.
1 comentario:
Que positivo y apacible el escrito...buena!! me gusta leerte asi...
Un abrazo
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