HOJAS POR UN MUERTO

Un minuto antes de salir por el antojadizo almuerzo dominical, la TV nos informa que ha muerto “El Viejo”, “El Dictador”, “El Asesino”, “El Ladrón” (póngale nombre al viejo)...
En la ida un par de personajes ya festejaban en Plaza Italia por la noticia... era obvio que a la vuelta la multitud se multiplicaría considerablemente.
Después del almuerzo dominguero, nos unimos a Andrea y juntos a la multitud “prendida” por el jolgorio. Al avanzar unas pocas cuadras, en el balcón de un 5º piso se asoma un eufórico simpatizante de la celebración y desde ahí exhibe a la turba un masetero con una planta de marihuana de imponente tamaño, y para no dejar angustiada a la concurrencia cortó una rama y la lanzó a la masa humana, hipnotizados seguíamos como la leve brisa movía coreográficamente las verdes hojas en su caída libre, cuando nos empezamos a dar cuenta que el viento traía hacia nosotros (específicamente hacia mí) ese fragmento de la planta... cuando era inevitable su desvío, ahí mismo Andrés se eleva y sus largos brazos alcanzan las ya famosas y cotizadas hojas... como era evidente más de algún “cristiano” se abalanzó sobre nosotros, pero ya era tarde, Andrés tenía en su poder todo lo que se llama rama... y como ese “abalanzamiento” provocó uno que otro roce sobre mi persona, uno de los personajes que había logrado agarrar una hoja huacha se acercó y me preguntó: “te hice daño?”, y para retractarse de su acto “malévolo” me regala la única hoja entera que alcanzó a agarrar... en todo caso era obvio que se disculpó al ver mi estado fecundo, si no ni cag... Hecho fortuito, un presagio o una coincidencia? Usted decide.
Bueno esas par de cuadras fueron suficientes para separarnos de la multitud, no sabría decir si este día Internacional de los Derechos Humanos era para celebrar o no, pero de algo estoy feliz, que Guachito(a) Chico(a) no respirará el mismo aire que el Veterano.

“La Muerte le ganó a la Justicia”
(Mario Benedetti)