Después de una semana de cuidados intensivos en el pensionado de “La Casa Verdugo Fajardo” vuelvo a mi hogar a continuar con el tratamiento de dejar atrás los pocos pero fastidiosos síntomas que aún quedan del ultra resfrío que se apoderó de mí en los últimos días.
Estando en mis territorios comienzo a disfrutar de la última semana de licencia, en la posición más cómoda del momento, sobre mi lado izquierdo es la postura ideal de relajación, dejando que los músculos reposen después del esfuerzo que hacen con cada actividad.
Así estando frente a la ventana, y sin encontrar ninguna historia digna de Hitchcock creo las propias, disfrutando plenamente de mi fiel y permanente compañera que me hace pasar el tiempo en la cuenta regresiva para completar los vértices de un triángulo sabiamente creado por la naturaleza.
Estando en mis territorios comienzo a disfrutar de la última semana de licencia, en la posición más cómoda del momento, sobre mi lado izquierdo es la postura ideal de relajación, dejando que los músculos reposen después del esfuerzo que hacen con cada actividad.
Así estando frente a la ventana, y sin encontrar ninguna historia digna de Hitchcock creo las propias, disfrutando plenamente de mi fiel y permanente compañera que me hace pasar el tiempo en la cuenta regresiva para completar los vértices de un triángulo sabiamente creado por la naturaleza.
1 comentario:
pues es un estado que jamás experimentarán los hombres... suerte o no. Quizás soportar amorosamente y pacientemente esos malestares nos hacen ser las verdaderas diosas.
Publicar un comentario