BUS AL SUR

Aunque Santiago intente mostrar una de sus mejores caras, encubriendo el smog con cálidos días casi primaverales, otros con niebla de capital inglesa, no nos dejaremos enceguecer con idealizaciones momentáneas, así que está decidido, buscaré la empolvada maleta aburrida de no ser usada, meteremos algunas pilchas y nos dirigiremos hacia el sur. Esta vez Concepción será nuestro destino que ayudará a combatir este ahogo del que estoy siendo víctima. Si mi errático estilo de vida se ha pospuesto hace mucho tiempo, es hora de revertir esta dinámica un tanto detenida. El día exacto aún no está confirmado, eventualidades pediátricas nos siguen reteniendo en la metrópolis.
Me emociona el sólo pensar ir en un bus disfrutando de la ruta 5 que tantas veces he recorrido y que últimamente he postergado. El viajar de día es mi especialidad, no lo veo como perdido, todo lo contrario, aprovecho de pensar, dormir, pensar. Dejar de lado los cotidianos distractores comunicacionales.
Será momento de revisitar y resociabilizar con las antiguas amistades Penquistas, después de años de desvío será bueno volver a repasar afectos en espera.
Colomba ya está en edad de disfrutar de cambios climáticos y que comience a conocer de a poco este hermoso país (geográficamente hablando), transitar por los lugares que su madre ha recorrido, desde el enigmático desierto de Atacama hasta la intensa isla de Chiloé y así seguir por territorios que me falta por descubrir.
La tecnología disminuirá la separación física. No importa la distancia ni donde estemos, nuestro hogar está formado… siempre iremos hacia el mismo lugar.