Cada vez que una mujer pasa frente a un hombre es natural que él se de vuelta a ver que hay en la parte de atrás, algo así como para hacer un conocimiento posterior de lo visto por delante, porque para qué andamos con cosas, estos seres humanos de género masculino son muy viscerales y es normal, casi necesario, hacer un rastreo de lo que se muestra a primera vista y dejar que se imaginen que hay debajo de la ropa de cada mujer con la que se cruzan en la vía pública.
Primero es las pechugas, luego el poto, en estos 2 casos deben ser redondos, parados y firmes (aunque hay muchos que no son tan exigentes), por otra parte las piernas, 3 zonas normales de fetiche masculino, pero hay otras partes (o formas) que me sorprendieron de respuesta de 2 personajes, uno dijo la cintura y otro dice la forma de caminar. La cintura, algo de que la mayoría de las mujeres no tiene muy acentuada, tal vez por eso gusta más. Y el caminar, llamar la atención visual según cómo te mueves al caminar, me imagino a quienes andan agachadas andan grises por la vida, deprimidas, abatidas, casi escondiéndose para pasar desapersibidas, y ahí lo entendí, entendí lo importante que es para él la seguridad en una mujer al entrar en un lugar de forma decidida y ahí él queda prendado.
1 comentario:
Gallaaaaa! por estos días mejor de formas ni hablar! ni te explico lo deprimida que quedé buscando ropa para regalar! me encontré con tantos ejemplares en los que ya no cabría!! jaja hoy mismo empiezo con el ejercicio!
Cariños
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