Ayer fui espectadora en primera fila de una cómica situación del día de los enamorados. Yo tranquilamente iba llegando a mi edificio cuando veo a varias personas achoclonadas y al seguir mi camino veo con sorpresa a una mujer completamente avergonzada rodeada de mariachis que le deban una serenata (de tarde) en plena vía pública, la mujer no sabía dónde meterse, sólo atinó a abrazar un peluche que venía como extra del grupito mexicano, estaría ahí el enamorado cantando?? eso no lo sé.
Me dio tanta risa, no tanto por lo cursi del regalo, más que nada por lo descolocada y ruborizada que estaba la destinataria de tan insólito regalo y por la multitud que los miraba que coreaba las canciones, me vi presenciando el final de una película rosa, esas con aplausos incluidos. Y todo viéndolo en 3D.
Una divertida e inusual forma de demostrar amor.
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