14.1.12

all inclusive

La maldición de los kilos cuando una se empareja es realidad para la gran mayoría, a quien vea que esté de pareja hace un tiempo se le han formando más curvas, contornos, rollos, barriga o cómo sea... el fantasma de los 7 kilos de más es una norma para muchos quienes llevamos años de circo (bueno, Andrés es la excepción a la regla) más aun si hay embarazos de por medio... horror!!! la lucha de volver a ser como se era antes y aunque se esté trabajando para ello con masajes, gym, comer sano, la vida NO es igual que hace 6 años y el cambio viene con todo incluido.
Al mirar nuestra cédula de identidad es una realidad irreversible el mayor sacrificio que debemos hacer para bajar esos kilos que incomodan, después de los 30 se nota que cuesta más la lucha por reducir un par de tallas, si antes tomaba 2 litros de agua diarios por una semana y ya se veían efectos... bueno, debo reconocer que la rutina de ejercicios que en aquellos años eran una rutina, ahora es de manera intermitente... en fin, debo conformarme en que cada kilo es la marca registrada de una gran batalla, la de tener pareja y luego 2 embarazos, pero no por eso me quedaré sentada dejando que mi cuerpecillo mute aun más, el sacrificio aumenta con el paso del tiempo y qué decir, no soy una actriz de "joligud" y aunque la chela haya sido reemplazada por la champaña el alcohol no lo dejo por nada.

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