SOBERBIA
Complicado el tema y trataré de ser lo menos arrogante y presumida, pero debo confesar modestamente que soy una persona que llama la atención, después de dejar esas amistades que lo único que hacían era tratar de aminorarme (*eso entra en otro pecado) por fin veo en el reflejo de los espejos lo que de verdad soy... además de las actitudes del resto de las personas, por ejemplo para algunas mujeres soy un peligro cuando llego a su territorio y es ahí cuando comienzan los pelambres, cahuines varios, celos, descalcificaciones y malas ondas por doquier, etc (*), bueno ya estoy acostumbrada, por eso tengo cautela al conocer nuevas féminas... de lejitos mejor.
En el caso del sexo opuesto, hay varios que utilizan las más extrañas y/o ridículas estrategias para engrupir... tendré cara de pendeja o pensarán que soy tonta como para creer tanta estupidez y que piensen que caeré como una quinceañera... Hay algunos que ni siquiera les interesa que una ande acompañada, aprovechan el mínimo descuido del acompañante para ir al acecho de nuestra persona...
Recuerdo en mi adolescencia, cuando me llegaban cartas de "lolitos" de otros cursos, o que al conocer mis gustos por los Chester en los recreos, me llevaban a domicilio una buena porción, las miles de llamadas insistentes e invitaciones o en mis estudios superiores los peluches regalados por algún pretendiente no correspondido, y continuaron las llamadas e invitaciones, pedidas de pololeo esperando una respuesta positiva, invitaciones oscuras y sin ningún futuro, ser buscada por el "guachón" codiciado por la mayoría de las féminas, hasta como busqué alguna vez a mi perdido amigo Maruri para que me rescatara de un "cargantocillo"... uff son muchos los episodios, pero ahí sería mucho el engreimiento y la altanería, ja.
Ya pasados los 27, como olvidar esas salidas con mi socia, cuando llegábamos a un lugar de esparcimiento nocturno (o donde fuera y a la hora que sea), sólo para relajarnos después de una agotadora jornada de trabajo, sinceramente y sin ser petulante, eran típicas las invitaciones a los pocos minutos de nuestra llegada, como se acercaban los galanes con los más variados argumentos, también era normal que la lista de contacto en nuestros celulares aumentara, pero al pasar las horas eran eliminadas rápidamente. Hay que reconocer que hay de todo pero un buen porcentaje eran motivo de burla y de evitar en la posteridad. Que penoso!
Supongo que somos "agraciaditas"... y tenemos la suerte de poder decir "cuando quiero, no cuando puedo"... y eso que de verdad no me creo la raja (esto es sólo la descripción del pecado, nada más que un pequeño ejemplo ja!)
Tampoco soy de las que anda coqueteando por la vida (ByA) pero personalmente creo que es cosa de suerte entregada por la naturaleza y los genes mezclada con actitud y personalidad.
Un ejemplo claro de soberbia es Charly García, pero me da lo mismo... sólo rescato su voz y letras que me lleva lejos de todo... me permite entrar en su pecado y sus melodías me hacen desparacer del mundo... sus palabras me hipnotizan, me reconfortan y me levantan... es mi mejor compañía.
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