22.6.11

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Ayer pasé un momento muy desagradable, mejor dicho, más que desagradable fue triste. Buscando la palabra que englobara lo que sentía era desilusión. En el diccionario la palabra desilusión dice: "Impresión negativa que experimenta alguien al comprobar que la realidad de algo no responde a la esperanza o la ilusión puestas en ello" peor de todo cuando no es una la que se ilusiona con pajaritos inexistentes, sino que se deja llevar por personas con palabras esperanzadoras y tangibles. Esta vez la desilusión era la consecuencia de una humillación, un golpe "a la maleta" al orgullo.

Una cosa es sentirse desilusionada por un amor, a quién no el ha pasado alguna vez siquiera en la vida, pero otra muy distinta y tal vez más dolorosa es cuando un familiar te desencanta de un día para otro. Porque amores pueden venir muchos después, pero un familiar está ahí, su puesto es único y sus palabras son más creíbles cuando es difícil que te engañen o te cambien por otra, como en el caso amoroso.

Hace tiempo que no sentía pena, y generalmente cuando lloro es más que nada de rabia, pero esta vez fue de tristeza, desilusión y el concepto peor es humillación. Meteré este caso en el mismo saco de esos amores desechables en que la confianza muta o se pierde para siempre.

2 comentarios:

markín dijo...

POr más que metas en el saco del olvido, siendo familiar siempre cerca tuyo estará. He ahí lo difícil.

Con esto te das cuenta que la vida, todo posible; que toda vivencia tiene su "por algo será".

Solo_Dalia dijo...

Galla!! que te pasó??!!, ya me contarás!