Esta navidad ha sido especialmente nostálgica, como ninguna, recordando las del pasado hacen que olvide la presente. Muchos atados fuera de mi núcleo especial no dejan que la disfrute como deseaba. He querido olvidarme de todo lo que me llega gratuitamente de otras regiones, trato que mi escudo familiar haga rebotar las penas, pero es imposible, no lo puedo evitar, va más allá de lo que quiero, sólo logro reaccionar inadecuadamente por el silencio recíproco. Yo, la que siempre dice lo que piensa se ha callado en ese tema (y habla lo que no debe), se ha retraído, se ha aislado, se descontrola ante la injusticia sin explicación.
La idea de celebración sólo quedó en eso, la teleserie centroamericana en que para los victimarios soy la villana, me hacen perder un poco la razón. He dejado de ser yo y he dejado de lado lo que más amo, quienes pacientemente esperan mi regreso, mi equilibrio, el olvido de lo que no debería importar... pero sí importa.
Tal vez llegó muy rápido esta fecha en que soñé sería todo diferente, aunque estando aquí no alcancé a llegar.
Ensimismada en medio de la soledad de la madrugada me volqué a recordar la infancia, la familia anterior, las campanas de 12, la ingenuidad, desaprovechando el hoy.
Hay un libro que se llama "quién se ha llevado mi queso?" lo leí hace muchos años y recuerdo eso de adecuarse a los cambios. Me gustan mucho los cambios, son necesarios, pero hay cambios y cambios, a los que te adecuas y los que dificilmente podrás entender, lamentablemente estoy en este último y me tiene más lunática de lo normal. Es inevitable dejar de pensar en el temita, la turbiedad.
Estoy en un proceso muy complicado, trato de quedarme con el recuerdo de esas mágicas navidades, no porque las de ahora deban ser tristes, no va por ahí el tema, si no por como los últimos sucesos han ensombrecido los lindos recuerdos.
Así como debo estar bien para mi hermosa familia, debo dejar guardado esos años de navidades achoclonadas antes de que se desvanezcan por completo.
Como recuerdo de esos años, sólo encontré la imágen de El burrito Pardo con el ratón Omar, un clásico que no me perdía en le día de noche buena.
1 comentario:
no debes dejarlos ir
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