Hace unos días hablábamos con Andrés el tema del colegio para Colomba, que ya el otro año debería ir, él tuvo como opción uno católico al que me opuse como gata con los pelos erizados, por ningún motivo, estuve en uno y la verdad no es para nada agradable, demasiado estricto, eso de rezar al ingresar, después de cada recreo y al irse, el tener que vivir siempre con culpa de recibir un castigo si hacías algo malo, por algo estuve condicional todos los años que estudié en un colegio de monjas, italianas más encima. Esos seres extraños, siempre tan tapadas, rezando a cada rato y lo peor sin sexo (o por lo menos lo que se piensa). Qué decir de las Carmelitas descalza.
Justo después de la conversación sobre el colegio me puse a ver "La Duda" y más me recordó mis años de infancia bajo el rigor de estas "señoritas" por las que fui rechazada, claramente no soportaban que hubiese una líder en el curso, que desordenara el gallinero y que obviamente era un pésimo ejemplo para quienes sí seguían sus inflexibles ideas.
Una de las tantas travesuras de niña que hice fue meterme a las depresivamentes horribles piezas de las monjas, unos claustros oscuros con una cama y un velador, tal vez había un ropero detrás de la puerta, hasta las piezas de los psiquiátricos son más iluminadas que las de estas pobres mujeres. Lo peor es pensar que decidan por ellas mismas estar ahí!!, yo también creo en Dios, pero no por eso me voy a "casar" con él y vivir en un mundo antinatural donde todo es tan rígido, lo encuentro TERRIBLE!!! (debo reconocer que siempre he tenido al idea de vestirme de monja gótica-erótica para alguna fiesta de disfraces jeje)
A diferencia de las historias que están en boga, nunca vi nada extraño de abusos y esas cosas, pero me parece espantoso, por el caso de Sor Paula (que la verdad tiene más cara de Paulo ) y qué decir de Karadima, tarde hablaron las víctimas, pero en algo ayuda para que por fin la gente no sea tan gil y abra los ojos en que seres como ellos, pero que van contra lo natural del ser humano, dirija sus vidas en obra y gracias de un un espíritu que lo que menos tiene es de santo.
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