Primero el papá de Alex, quien por un cáncer (maldita enfermedad de mierda) peleó por años para lograr deshacerse del maldito tumor, viajes desde el sur a Santiago, miles de exámenes y esfuerzos en vano que final dejaron a mi amigo devastado y aunque hayan pasado 2 años él lo siente como sie hubiese sido hoy.
Hace unos 6 meses venía llegando toda festiva de un bituperio, y al meterme a Facebook veo un saludo extraño a Carlos, lo llamé de una y me cuenta que su papá ( chofer de camiones) se bajó en la carretera y lo atropellaron, murió instantáneamente. Después de 2 meses de su muerte me junto con mi amigo el que canaliza la pena muy internamente, sólo para él, sigue la vida con la pérdida y la pena, pero no la expresa.
A mediados de enero recién pasado me llega un mensaje a mi celu de mi prima para contarme que el papá de Marcelo (su ex) había fallecido. Todo fue rápido, 3 semanas bastaron para que el maldito cáncer lo separara de su familia. Antes de llamarlo ya se sabía más información a través de los medios (por su hermana, la nueva conductora de Buenos Días a Todos) y así no ahondar ni preguntar tanto en un momento tan complicado.
Y hace unos días Andrés me cuenta que le papá de su ex había fallecido, lo primero que le dije fue que obviamente debía ir al velorio o funeral, lamentablemente se enteró muy tarde y sólo contacto telefónico hizo de medio para acompañar. Independiente de que hayan terminado hace años, también fueron años en que se relacionaron constantemente y por lo que me contaba Andrés siempre tuvo buena onda con él. Triste la verdad.
Veo muy cercano todas estas situaciones porque lo he vivido hace poco y sé lo que se siente perder a la imagen paterna (aunque en mi caso sea el abuelo), la pena inmensa que acompaña diariamente en cada recuerdo y vacío, y aunque pasen años, que uno no lo hable y la vida siga su curso cuesta creer que esa persona tan importante se ha ido. Me imagino lo terrible que debe ser para las hijas en el último caso, por ser todo tan reciente y por ser mujeres se tiene una relación distinta con los papás, la ausencia que deben estar conociendo y con la que se debe aprender a vivir... se aprende pero cuesta. Independiente de que nunca haya tenido contacto con ellas (excepto del impacto y sus reacciones cuando recién se enteraron de mi existencia) ni saber de sus vidas, lo único que nos podía ligar es que fueron parte del pasado, de la historia de Andrés, y ahora en esta situación -que lamentablemente conozco- me conmueve y entristece mucho lo que les ha pasado, aunque mi imagen sea tal vez distorsionada y que nunca sepan que de verdad me afectó su dolor, así como pude darle mis condolencias a mis cercanos, en el silencio de mi blog a ellas las acojo y acompaño.
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