Ayer después de que el humo hizo lo suyo y que mis sentidos se agudizaran, retrocedí en el tiempo pero no con la nostalgia de la mayoría de las veces, esta vez fue pensando en la soledad con la que alguna vez conviví. Creo que fue una de las mejores épocas, no sólo por el famoso dicho de "todo tiempo pasado fue mejor" ya que en el que estoy metida también me agrada la mayoría del tiempo, es más que nada el saber que la soledad cuando es una opción más que una condición es bastante agradable. Como ayer me quedé sola con Gabrielita y sin el note volví a esa época al querer escribir y sin más que lápiz y papel, difícil misión con sus varias (demasiadas) copas de vino blanco y el humo encima, pero nada es imposible y hoy en medio de lo poco legible logré hilar y entender las ideas.
Volviendo al tema de la soledad, hay mucha gente que le he escuchado decir que no pueden estar solas, sin parejas o que no les gusta comer solas, que se les da miedo la soledad, etc. por mi parte lo veo como algo positivo, tal vez porque el tiempo en que viví sola no fue tan prolongado, pero tampoco es para pasar eternamente sin contacto con más seres humanos, es poder llegar a tu casa después de una larga jornada para poder hacer lo que se te plazca, poner la música que quieras al volumen que quieres y bailar sola pensando en lo bien que te sientes estando soltera (bueno, después de la putrefacta relación, así cualquiera), cuando llegas raja de la pega y no quieres hablar con nadie ni escuchar a nadie... hasta que después de unos cuantos meses así, y sólo pensar en querer algo más que un par de encuentros casuales zas! apareció él, sin buscar, sólo con anhelarlo un par de veces llegó aquí un desconocido que dio vuelta mi vida, la puso patas para abajo (puso mis pies en la tierra) y le dio un acomodo distinto, nos lanzamos en un nuevo rumbo, desconocido para ambos, aprendiendo que aunque a veces tiemble y el piso se nos mueva de alguna u otra forma retoma su forma normal.
3 comentarios:
A mi bajo ninguna circunstancia me gusta comer solo... si así enciendo la television para sentir ruido. La soledad es buena compañera, aunque a veces está de malas y nos duele...
Que inmenso cambio de vida...no te puedo ni imaginar como eras jaja haz pensado cuando será que vuelvas a tener esa soledad denuevo...cuando las nenas se casen!!!
Supongo cuando ellas crezcan y tengan su vida aparte a la familiar, sin necesidad de haberse ido por completo.
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